La visión es uno de los sentidos que más cuidamos y, con el paso de los años, muchos de nosotros nos enfrentamos a la presbicia, una condición que nos afecta al llegar a los 40 años. En la actualidad, hay una gran variedad de soluciones ópticas, pero una que está ganando popularidad son las lentillas progresivas. Estas representan una alternativa atractiva para aquellos que desean mantener una imagen cuidada sin depender de las gafas tradicionales. En este artículo, exploraremos las claves sobre las lentillas progresivas, cómo funcionan, cuáles son sus ventajas y desventajas, y qué esperar del proceso de adaptación.
¿Qué son las Lentillas Progresivas?
Al igual que las gafas progresivas, las lentillas progresivas ofrecen una solución a la presbicia. Estas lentes de contacto están diseñadas para corregir la visión a distintas distancias, y están disponibles para condiciones como la miopía y la hipermetropía. También, se ofrecen en diversas modalidades, como las diarias, mensuales o anuales, adaptándose a las necesidades y preferencias de cada usuario.
Ventajas de las Lentillas Progresivas
Las lentillas progresivas son un gran aliado para quienes buscan cuidar su imagen y disfrutan de una buena salud física y mental. Su uso está cada vez más extendido dada la comodidad y los beneficios que aportan para llevar un estilo de vida activo sin las limitaciones que a veces presentan las gafas.
Aspectos a Considerar
Es importante tener en cuenta que las lentillas progresivas no son un sustituto perfecto de las gafas. Al ser un cuerpo extraño en el ojo, requieren de una adaptación y, sobre todo, no deben comprometer la necesidad de oxígeno del tejido ocular.
Expectativas Realistas
Para aquellos con exigencias visuales muy altas, es crucial entender que estas lentillas no se adaptan completamente fijas como una ventosa; requieren de un ligero movimiento. Esto puede provocar fluctuaciones en la agudeza visual y, en algunos casos, deslumbramiento nocturno.
Perfección Visual y Adaptación
No se debe esperar la máxima perfección de las lentillas progresivas. A diferencia de las gafas, que se mantienen fijas, las lentillas se mueven con cada parpadeo, lo que puede afectar la estabilidad de la visión.
Funcionamiento y Tipos de Diseño
Existen principalmente dos tipos de diseño de lentillas progresivas. Uno basado en círculos concéntricos con potencias diferentes para cada distancia, y otro más complejo que imita la visión natural, donde la graduación de lejos y de cerca están muy unidas y cercanas al centro del ojo.
Proceso de Adaptación por tu Óptico
El proceso de adaptación comienza con la toma de la graduación y parámetros corneales, incluyendo la identificación del ojo dominante. Luego, se solicita una lentilla de prueba sobre la que se realizarán ajustes necesarios. Es común que se requieran dos o tres pruebas para llegar a la lentilla definitiva.
Alternativas y Soluciones
Si la adaptación a las lentillas progresivas no resulta exitosa, no hay que desanimarse. Existen alternativas como la monovisión, donde se corrige un ojo para lejos y otro para cerca, aprovechando el principio de la visión binocular. Y si esta opción tampoco es viable, se puede considerar la cirugía como una solución definitiva.
En conclusión, las lentillas progresivas representan una excelente opción para muchas personas que enfrentan la presbicia. Sin embargo, es fundamental tener expectativas realistas y estar dispuestos a pasar por un proceso de adaptación. Con la orientación adecuada y un poco de paciencia, estas lentes pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los usuarios.