Entender la contabilización del impuesto sobre sociedades es esencial para cualquier empresa que busque mantener sus cuentas al día y cumplir con las obligaciones fiscales. A menudo, surgen dudas sobre cómo se debe reflejar este impuesto en los libros contables, especialmente cuando la empresa ha obtenido beneficios y no existen ajustes por diferencias entre la normativa contable y fiscal. En este artículo, explicaremos de forma detallada y accesible los pasos a seguir para registrar correctamente el impuesto sobre sociedades en una situación en la que no hay ajustes y la empresa presenta beneficios. Abordaremos desde el cálculo de la base imponible hasta la contabilización de la cuota diferencial, proporcionando claridad en un proceso que puede resultar complejo.
Calculando la base imponible del impuesto sobre sociedades
La base imponible es el punto de partida para determinar la cantidad que una empresa debe abonar por el impuesto sobre sociedades. En ausencia de ajustes, la base imponible coincide con el resultado contable del ejercicio.
resultado contable y fiscal
El resultado fiscal se establece igualando al resultado contable. Es importante no tener bases imponibles negativas de ejercicios anteriores que pudieran alterar esta cifra.
tipo de gravamen aplicado
Aplicamos el tipo de gravamen general, que actualmente es del 25%. Al multiplicar la base imponible por este porcentaje, obtenemos la cuota íntegra.
De la cuota íntegra a la cuota líquida
una vez calculada la cuota íntegra, se procede a ajustarla en caso de que existan deducciones o bonificaciones. en nuestro caso, al no haberlas, la cuota íntegra se convierte directamente en la cuota líquida.
Cálculo de la cuota líquida
la cuota líquida resultante, en este ejemplo, es de 72.250 euros y representa el importe que la empresa debe pagar por el impuesto sobre sociedades.
contabilizando retenciones y pagos a cuenta
Las retenciones y pagos a cuenta ya efectuados por la empresa se deben tener en cuenta al calcular el importe final a ingresar a la Hacienda Pública.
retenciones y pagos a cuenta realizados
En nuestro ejemplo, se han practicado retenciones y pagos a cuenta por valor de 1.800 euros.
Cálculo de la cuota diferencial a ingresar
La cuota diferencial, que es la diferencia entre la cuota líquida y las retenciones y pagos a cuenta, asciende a 70.450 euros y representa la cantidad que la empresa debe ingresar a Hacienda.
Contabilización del impuesto sobre sociedades
El registro contable del impuesto sobre sociedades se realiza en la fecha de devengo, que coincide con el último día del periodo impositivo, siguiendo las indicaciones del Plan General de Contabilidad.
Registro de la cuota líquida como gasto
La cuota líquida se refleja como gasto en la subcuenta 6300, denominada «Impuesto corriente».
Abono de retenciones y reconocimiento de pasivos
Por otro lado, las retenciones y pagos a cuenta se abonan, y la cuota diferencial se reconoce como un pasivo en la subcuenta 4752, denominada «Hacienda Pública, acreedor por impuesto sobre sociedades».
Reflejo en el balance de situación
En el balance de situación, encontraremos esta obligación de pago dentro del pasivo corriente, reflejando la cuota diferencial de 70.450 euros.
Asiento de regularización de gastos
Finalmente, el gasto del impuesto corriente se lleva a la cuenta 129, que recoge el resultado del ejercicio después de contabilizar el impuesto sobre sociedades.
La correcta contabilización del impuesto sobre sociedades es un paso fundamental para reflejar fielmente la situación financiera y fiscal de la empresa. Siguiendo estos pasos, las empresas pueden asegurarse de cumplir con sus obligaciones tributarias y mantener una contabilidad transparente y ajustada a la normativa vigente.