En la vida cotidiana, uno de los electrodomésticos que más facilita las tareas del hogar es el lavavajillas. Su correcta utilización no solo asegura una vajilla limpia y reluciente, sino que también contribuye al ahorro de tiempo y energía. Sin embargo, a menudo surgen dudas acerca de la mejor manera de cargarlo, qué productos utilizar y cómo mantenerlo para que funcione de manera eficiente. En este artículo, abordaremos los consejos y trucos esenciales para el uso del lavavajillas, resolveremos problemas comunes y te proporcionaremos una guía detallada para optimizar su rendimiento y prolongar su vida útil.
Consejos para cargar adecuadamente el lavavajillas
Distribución de la vajilla
Es imprescindible colocar la vajilla de manera estratégica dentro del lavavajillas. En el estante superior, se recomienda ubicar vasos, tazas y objetos más pequeños, asegurándose de que estén inclinados hacia abajo para permitir que el agua circule y no queden residuos. En el caso de vasos altos, es crucial situarlos de forma que no impidan el paso del agua y, si es necesario, ajustar o retirar las bandejas adicionales para acomodarlos.
Colocación de cubiertos y platos
La cubertería debe distribuirse en sus compartimentos sin que un cubierto tape a otro, para que el agua y el detergente puedan actuar eficazmente. Las cucharas y tenedores se colocarán con el mango hacia abajo y las hojas o dientes hacia arriba. Por otro lado, los platos deben organizarse de tal manera que no se obstruyan entre sí, especialmente los platos hondos, que deben evitar colocarse delante de los planos para no interferir en la limpieza.
Productos de limpieza y mantenimiento
Uso de detergentes y ambientadores
El detergente es fundamental en el proceso de lavado. Este debe colocarse en su compartimento específico antes de añadir cualquier otro producto de limpieza. Para potenciar la frescura y evitar malos olores, se puede incorporar un ambientador específico para lavavajillas, el cual se adquiere fácilmente en supermercados.
Limpieza de filtros y rociadores
Un aspecto crucial para el buen funcionamiento del lavavajillas es la limpieza regular de los filtros y rociadores. Estos elementos atrapan residuos de comida y grasa, y si no se limpian adecuadamente, pueden ocasionar malos olores y una deficiente limpieza de la vajilla. Desmontar y lavar estos componentes bajo el grifo es una tarea sencilla que evita la necesidad de asistencia técnica y ahorra costes a largo plazo.
Ajustes y funcionamiento del lavavajillas
Selección de programas de lavado
Los lavavajillas suelen ofrecer varios programas de lavado, cada uno ajustado a diferentes necesidades. Existen programas rápidos para cargas ligeras y otros más intensos para vajilla con grasa o restos de comida más resistentes. Escoger el programa adecuado no solo garantiza una limpieza óptima, sino que también optimiza el consumo de agua y energía.
Uso de sal y abrillantador
La sal especial para lavavajillas es esencial para tratar la dureza del agua y mejorar el rendimiento del lavado. Su depósito debe rellenarse periódicamente. El abrillantador, por su parte, se ajusta según la cantidad de cristalería a lavar y se añade en su compartimento específico para dejar los vasos y platos sin marcas y brillantes.
El mantenimiento adecuado y el uso correcto del lavavajillas son fundamentales para disfrutar de sus beneficios plenamente. Siguiendo estos sencillos consejos, podrás asegurarte de que tu vajilla esté siempre impecable y de que tu electrodoméstico funcione de manera eficiente por mucho tiempo.