La presencia de agua verde y turbia en una piscina es un problema común que genera preocupaciones relacionadas con la limpieza y el mantenimiento adecuado de estas instalaciones de recreo. Este color puede ser indicativo de un desequilibrio químico o de la proliferación de algas, lo que requiere una intervención rápida y efectiva. En este artículo, abordaremos las dudas más frecuentes y proporcionaremos una guía paso a paso para tratar el agua verde de la manera más rápida, económica y garantizada posible. Desde el ajuste del pH hasta el proceso de cloración y floculación, cubriremos todos los aspectos esenciales para devolver a tu piscina el aspecto cristalino y saludable que todos deseamos.
Regulación del ph de la piscina
Paso inicial: medición del ph
El equilibrio del pH es crucial para el tratamiento efectivo del agua. Un pH elevado puede hacer que los productos químicos sean menos eficaces, por lo tanto, el primer paso consiste en medir el pH actual con un kit de medición. Tras añadir las gotas reactivas indicadas, observarás el color que te permitirá conocer la cifra exacta del pH. Anota este valor para utilizarlo en los siguientes pasos.
Ajuste del ph deseado
El pH óptimo para una piscina debe situarse entre 7.2 y 7.6. Si el resultado de la medición es superior a este rango, necesitarás utilizar un reductor de pH. Introduce los litros de agua de tu piscina y el pH inicial en una calculadora de pH para piscinas. Esto te dará la cantidad exacta de producto que debes añadir. Con guantes y, si prefieres, una máscara, disuelve el reductor en un balde con agua y distribúyelo uniformemente por la piscina.
Preparación física de la piscina
Eliminación de suciedad
Antes de añadir productos químicos, es vital retirar toda la suciedad visible con un saca hojas. Esto facilitará la acción del cloro y permitirá un tratamiento más eficiente. Asimismo, es esencial cepillar las paredes y el suelo para deshacerse de las algas adheridas.
Agitación del agua
Una vez añadido el reductor de pH, es recomendable agitar el agua para favorecer una mezcla uniforme del producto. Tras esperar media hora, vuelve a medir el pH para asegurarte de que se encuentra en el rango deseado antes de continuar con los siguientes pasos.
Proceso de cloración de la piscina
Super cloración
Para combatir las algas y desinfectar el agua, la super cloración es un paso crítico. Con la ayuda de una calculadora de cloro específica para piscinas, añade la cantidad necesaria de cloro, en este caso, hipoclorito de calcio, recomendando una dosis de al menos 30 partes por millón para aguas severamente afectadas. Disuelve el cloro en un balde y distribuye la solución por todo el contorno de la piscina.
Revisión del nivel de cloro
Después de dos horas, mide el nivel de cloro para comprobar su efectividad. Si no ha subido adecuadamente, puede ser necesario añadir una cantidad adicional del producto. Una vez alcanzado el nivel deseado, realiza mediciones periódicas para asegurar que se mantiene estable durante las siguientes 24 horas.
Limpieza de filtros y añadido de agua nueva
Limpieza de canastillos y retro lavado del filtro
Un buen mantenimiento de los filtros es esencial. Limpia los canastillos del skimmer y de la bomba, y realiza un retro lavado del filtro si tienes un filtro de arena. Sigue los pasos adecuados para asegurar que el sistema de filtrado funcione de manera óptima.
Reposición de agua
En el proceso de limpieza, el nivel del agua puede haber disminuido. Tras finalizar las tareas de aspirado y desagüe, procede a añadir agua nueva hasta alcanzar el nivel adecuado de la piscina.
Proceso de floculación y aspirado final
Añadido de floculante
Para aglutinar las partículas suspendidas y facilitar su eliminación, se debe añadir un floculante, como el sulfato de aluminio, según la cantidad indicada por la calculadora correspondiente. Distribuye la solución por la piscina y espera 24 horas para que la suciedad se decante al fondo.
Aspirado de la piscina
Una vez la suciedad se ha depositado en el fondo, es momento de aspirar la piscina enviando el agua al desagüe. Realiza esta tarea con paciencia para evitar remover los sedimentos y asegurar una limpieza completa.
Tras seguir estos pasos, tu piscina debería haber recuperado su claridad y estar lista para un baño seguro y agradable. Recuerda que un mantenimiento regular y la monitorización de los niveles químicos son la clave para disfrutar de una piscina limpia y saludable durante toda la temporada.