El aura es una manifestación sutil y electrizante que dice mucho sobre nosotros. Se trata de un campo energético que envuelve a cada ser vivo y que, con la técnica adecuada, puede ser percibido visualmente. Sin embargo, muchas personas se preguntan cómo pueden descorrer el velo que oculta esta dimensión de nuestro ser. ¿Es posible entrenar la vista para ver el aura de las personas, plantas o incluso la propia? En este artículo, abriremos las puertas hacia tu ser más profundo, ofreciendo ejercicios prácticos y asequibles para todos aquellos interesados en explorar más allá de lo evidente. Analizaremos los pasos a seguir para comenzar a percibir esa luminosidad particular que nos rodea y conecta con nuestra esencia.
La naturaleza del aura
Antes de adentrarnos en los ejercicios, es crucial comprender qué es el aura. Se trata de un campo de energía sutil y electromagnético que refleja nuestro estado físico, mental y emocional. Este halo de luz puede llegar a extenderse hasta un metro alrededor del cuerpo y varía en intensidad y color, proporcionando una visión más profunda de nuestras vivencias y de lo que somos en realidad.
Pasos para ver el aura de las personas
1. preparación y entorno
Para comenzar con la práctica, busca un fondo blanco o claro que no distraiga la vista. La tranquilidad es esencial, así que realiza unas respiraciones profundas para calmar la mente antes de empezar.
2. enfocando la visión periférica
Entrena tu vista para ver más allá del enfoque central al que está acostumbrada. Para esto, coloca tu mano delante de un fondo claro y, sin mover los ojos, presta atención al espacio alrededor de la mano. Con paciencia, empezarás a notar un brillo o halo: ese es tu aura.
3. observar el aura en los demás
Para ver el aura de otra persona, la práctica se intensifica. Pide a alguien que se sitúe a aproximadamente metro y medio de distancia de ti, con un fondo neutro detrás. Fija tu mirada en el entrecejo y permite que tu visión periférica capture el halo que emerge de la persona. Al principio puede parecer blanco, pero con el tiempo, distintos colores se harán evidentes.
Practicando con plantas
El ejercicio se puede extender al mundo vegetal. Coloca una planta frente a ti, siguiendo las mismas condiciones de fondo y distancia que con las personas. Si, tras unas respiraciones profundas y enfocando la vista ligeramente por encima de ella, percibes una luminosidad, estarás viendo el aura de la planta.
Desarrollando la sensibilidad
Aunque la vista es una herramienta poderosa para percibir el aura, también se puede sentir con nuestro sexto sentido. Algunas personas incluso logran ver el aura con los ojos cerrados, lo que implica una sensibilidad y activación del tercer ojo más desarrolladas.
Consejos para la práctica
- Comienza practicando cinco minutos al día para no cansar tus ojos.
- Mantén una actitud de paciencia y sin expectativas.
- La relajación es clave: una mente tranquila facilita una visión ampliada.
Si bien ver el aura puede parecer un desafío al principio, recuerda que la constancia es tu mejor aliada. No te desesperes y permite que la experiencia fluya naturalmente. Al seguir estos pasos y consejos, estarás en camino a abrir una ventana fascinante hacia la comprensión de la energía que nos rodea y, en última instancia, hacia el conocimiento más íntimo de ti mismo y de los demás.